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ACS entregará una acción nueva por cada 63 antiguas en el marco del dividendo flexible que la constructora ha lanzado y que permite a sus accionistas cobrar su retribución en títulos de la sociedad o en metálico.
El ensayo clínico para desarrollar un tratamiento contra el covid-19 anunciado ayer por Grifols aúpa a las acciones de la multinacional española por segundo día consecutivo. Si ayer subieron más de un 2%, este martes se anotó un ascenso del 3,7%, aunque llegó a ser del 5,3%, liderando las subidas de la bolsa nacional. De esta forma, se anota su mayor subida porcentual desde septiembre, y sobrepasa los 25,5 euros, algo que no hacía desde mediados de septiembre.
Las bolsas de Europa han encarado la sesión de una forma timorata, sin claridad alguna y con cierta debilidad en la recta final. Si bien los principales índices comenzaron el día con ascensos moderados, estos tardaron poco en reducirse al mínimo o darse la vuelta. Incluso el Ibex 35 se giró a la baja tras tocar la cota psicológica de los 8.300 puntos y ha terminado el día con una corrección del 0,67% hasta los 8.199 puntos. Y eso que, a diferencia de ayer, la renta variable del Viejo Continente ha contado con la referencia de Wall Street, cuyos selectivos registran una jornada positiva al otro lado del Atlántico.
La retribución al accionista es uno de los emblemas de la bolsa española y, de ahí, que marque tanto la diferencia. El Ibex 35 con dividendos está a una distancia del 19% de batir los máximos históricos que coronó el pasado mes de febrero, justo antes de que estallara la crisis del Covid en los mercados comunitarios. El 19 de febrero del año pasado este índice, que recoge las retribuciones de las compañías españolas en su cotización, alcanzó los 29.439 puntos, su techo histórico. Ayer cerró en los 24.708 puntos, tras subir en el año un 1,84% frente al 1,55% que se anota el Ibex 35 en lo que va de 2021. Consulte aquí El calendario de próximos dividendos de la bolsa española
Ni siquiera los primeros coletazos de la temporada de resultados en EEUU -uno de los grandes directores del mercado-, ni las altas expectativas que ha generado el discurso de investidura de Joe Biden como presidente del país, están siendo suficientes para sacar a las bolsas de uno y otro lado del Atlántico del proceso consolidativo en el que se encuentran inmersas desde hace ya más de una semana.
Ni siquiera los primeros coletazos de la temporada de resultados en EEUU -uno de los grandes directores del mercado-, ni las altas expectativas que ha generado el discurso de investidura de Joe Biden como presidente del país, están siendo suficientes para sacar a las bolsas de uno y otro lado del Atlántico del proceso consolidativo en el que se encuentran inmersas desde hace ya más de una semana.
La crisis económica que ha provocado la pandemia y las restricciones para frenar los contagios están siendo la espada de Damocles para cientos de miles de pequeñas empresas que han visto como caen estrepitosamente las ventas y los ingresos por el desplome del consumo. También es un fenómeno que afecta a las grandes compañías, aunque estas en muchas ocasiones logran desplazar su falta de liquidez hacia las compañías colaboradoras, más pequeñas, estirando el periodo de pago a proveedores más allá del periodo estipulado por ley. Este es el caso de las compañías del Ibex que en nuestro país resultan ser las más morosas, llegando a triplicar este plazo de pago hasta alcanzar los 183 días.
La mayoría de las bolsas de Europa se han vestido de verde en la jornada en la que Joe Biden se convertirá oficialmente en el presidente de Estados Unidos. Los ascensos en los principales índices se han acercado al 1% tras la positiva apertura de Wall Street, donde los índices marcan nuevos máximos históricos. Solo el Ibex 35 español se ha quedado rezagado al subir un 0,06% hasta los 8.204,1 puntos.
A la vista del bagaje cosechado en la sesión de ayer en Wall Street, a nadie le cabe duda de que el discurso de investidura del nuevo presidente de EEUU, Joe Biden, ha insuflado una nueva bocanada de optimismo a uno de los grandes directores del mercado. Los tres principales selectivos de la bolsa neoyorquina, Dow Jones, S&P 500 y Nasdaq 100, marcaron ayer récords que no hacen sino remarcar que el control sigue en manos de los alcistas a ese lado del Atlántico.
El presidente ejecutivo de Telefónica, José María Alvarez-Pallete, y gran parte de los miembros del consejo de administración se han decantado por cobrar en acciones el dividendo flexible ('scrip dividend) de la compañía, en el que se ofrecía la posibilidad de recibir la retribución en efectivo o en títulos de la empresa.
Las bolsas de Europa han cotizado este jueves de más a menos. Comenzaron el día con ganancias moderadas que se han acabado convirtiendo en caídas igualmente contenidas en la mayoría de los casos, con la excepción de la renta variable italiana (Ftse Mib) y española, que se han dejado alrededor de un 1%. Así, el Ibex 35 español retrocede un 1% hasta los 8.122,1 puntos. Ello a pesar de que Wall Street se mueve en máximos históricos. No obstante, a este lado del 'charco' los inversores han tenido su mirada dirigida a Frankfurt, donde se ha reunido el Banco Central Europeo (BCE) y su presidenta, Christine Lagarde, ha advertido de que "la pandemia todavía crea riesgos serios para las economías de la zona del euro y global".
Cellnex ha alcanzado un acuerdo con Deutsche Telekom para integrar las 3.150 torres de telecomunicaciones de T-Mobile Infra BV's en los Países Bajos, según ha informado este jueves la compañía, que ha precisado que pasará así a operar un total de 4.314 emplazamientos en Holanda. La noticia está siendo recogida con fuertes subidas en las acciones de la firma de telecomunicaciones española a primera hora de la jornada. Al cierre sube un 1,7% hasta los 48,4 euros.
Tras conocerse las primeras conclusiones de la primera reunión del año del Banco Central Europeo (BCE) y con el discurso de investidura del nuevo presidente de los EEUU, Joe Biden, ya en el recuerdo, el mercado tiene ahora puestas todas las miradas en el desarrollo de una temporada de resultados que en Wall Street deja por ahora un sabor de boca mejor del esperado por los analistas de manera mayoritaria.
El sector acerero sigue teniendo atractivo para los analistas incluso después de los avances en bolsa que han registrado las compañías más importantes de este ámbito en los últimos meses.
Viernes teñido de rojo en las principales bolsas de Europa. Han sufrido caídas superiores al punto porcentual durante gran parte de la jornada, pero los ánimos se han templado en las últimas horas de negociación. El parqué italiano (Fste Mib) ha sido el peor parado, con recortes del 1,5% al final del día, pero el Ibex 35 se ha posicionado como el índice más bajista en el balance semanal (con pérdidas acumuladas del 2,3%). Eso sí, ha salvado los muebles: ha aflojado las bajadas de la sesión al 1,06% cerrando en 8.036,4 puntos. Los inversores muestran sus preocupaciones por el empeoramiento de la pandemia a nivel global y el impacto ya patente en la economía.
La gravedad de la epidemia, y su aún incierto, futuro, impulsa las desinversiones entre las grandes empresas españolas. El momento es el idóneo para deshacerse de negocios no estratégicos o reducir deuda, por lo que las firmas del Ibex acometen operaciones de este tipo por valor de 46.000 millones en los próximos meses.
La tercera ola del Covid se ha desbocado en todo el mundo y, aunque las vacunas están llegando progresivamente a la población, los datos son los peores desde el inicio, elevando los riesgos de que la recuperación económica sea más lenta de lo esperado, lo que ha calado en las bolsas