Tribuna
28/08/2019, 18:17
Wed, 28 Aug 2019 18:17:38 +0200
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Argel está más cerca de Madrid que Rabat, igual que Montevideo está más al sur que Buenos Aires, y esa es una buena razón para prestar mucha atención a lo que allí sucede, porque están pasando muchas cosas mientras a nosotros nos invade el sopor veraniego de este caluroso estío. Como si en agosto nos limitáramos a cerrar los ojos y disfrutar de la brisa marina, que son cosas muy respetables, mientras procuramos ahuyentar -afortunadamente sin conseguirlo del todo- la desazón que nos produce pensar que en lugares no lejanos de ese mismo Mediterráneo hay gentes que se juegan la vida para escapar del horror en busca de una vida digna, y otros los acogen en viejos barcos que luego nadie quiere recibir en sus puertos para vergüenza de una Europa que llenó las Américas, de norte a sur, con emigrantes polacos, irlandeses, italianos, judíos, griegos, alemanes, escandinavos y españoles. ¡Qué pronto olvidamos!